La tumba de Nasrudín tenía al frente una inmensa puerta de madera, trabada con barrotes y candados. Nadie podía entrar en ella, al menos por la puerta. Como broma postrera, Nasrudín decretó que la tumba no tuviese paredes a su alrededor…
La fecha inscrita en la lápida era 386. Al traducir esto a letras mediante la sustitución, un recuro común en las tumbas Sufis, encontramos la palabra SHWF. Esta es una forma de la palabra para “ver”, especialmente para “hacer que la persona vea”.
Acaso sea por esta razón que durante muchos años el polvo de la tumba fue considerado como una efectiva cura para problemas de ojos…
Las ocurrencias del increíble Mulá Nasrudín
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