En un mundo perfecto, todos seríamos personas de la mañana. Nos levantaríamos tranquilos, descansados y listos para afrontar el día. Pero este no es un mundo perfecto, y muchos de nosotros tenemos rutinas de la mañana agitada que se consideran un éxito sólo si somos capaces de hacer que funcione a tiempo y sin manchas de café en nuestras camisas.
Despertarse temprano tiene muchas ventajas. No sólo permite más tiempo para la productividad y el ocio, sino que hace que nuestros días menos estresantes. Lo sabemos.